miércoles, 9 de marzo de 2011

Mi general Rodolfo Sánchez Taboada


Bartolina en verdad estaba molesta, más bién enfurecida. Hacía meses que no echaba bala al cielo y esa mañana lo hizo. Cuando llegó Bartolo, cerca de las seis de la tarde, lo recibió con la carrillera cruzada en el pecho y rechinando dientes. Así se las gastaban las mujeres de Zonzonique cuando los hombres no cumplían su palabra. Con más precisión: algunas mujeres de ese pueblo perdido en algún lugar de México. !Pues qué le pasa a mi preciosa que anda cada día más re chula y más bronca? No, pues, Bartolo, ayer fue el día internacional de la mujer y no te apareciste.

!Pero mi Bartolina, si yo a ti te conmemoro todos los días! ¿Y entonces? No, pues, anduve muy atareado con eso de la presentación del libro de mi general Rodolfo Sánchez Taboada. !Cuál presentación si ya es bien conocido entre la tropa! La presentación para los vivos, Bartolina. María Sanz escribió una novela acerca de su vida y la van a presentar el día 23 de marzo a las 5 de la tarde en el Centro Cultural Universitario de la BUAP. ¿Y esos papeles que traes bajo el brazo? No me digas que ya le llegaron los libros a tu escuelita, porque si esos son, están re viejos. !Ay, mi chaparrita! Estos son los expedientes que guardan en el archivo del ejército. Y tú para qué los andas paseando. No, pues, Bartolina, para repasarlos y estar listo en la presentación, qué tal y preguntan a los que fuimos de su regimiento. Pero mi Bartolo, si todavía no sabes leer. Tú que sabes, prietita, de ayer a hoy adelanté mucho, con eso de que un lobo espantó a todos, y quitaron y pusieron la película de Presunto Culpable, rellenaron las paredes del pueblo con todo tipo de cosas, desde eso de: son chin... y culebras las... ! No sigas, Bartolo que estás frente a una dama decente y pura. !Pues si eso ya lo sé y no sabes cómo lo lamento! Síguele Bartolo y se la vas a mentar al 53 regimiento del general. Bartolina, a ver si te revisas el oído, dije: lamento, no te la miento, pero te lo paso virgencita mía, porque estás más bonita así con las cejas arrugadas y la boquita parada. ¿Me vas a acompañar a la presentación vestidita así, con tu falda larga y tu blusa de encajes? ¿Qué, Bartolo, te disgusta? No mi muñequita, me encanta. !Ya, Bartolo, quítate los diminutivos y que entre nosotros exista equidad y respeto. Pues así lo quiero, Bartolina, equidad y respeto también para este pobre enamorado. Ya correspóndeme, Bartolina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola María.

Te hablo de tú porque al escribir un libro todo autor nos muestra mucho de sí mismo, como quien habla a viejos amigos, pero corriendo siempre el riesgo y la gran aventura de hacerlo a silenciosos desconocidos que en la intimidad de un sillón en tarde lluviosa o en ajetreado transporte público enarcarán las cejas, sonreirán y --horror-- aún se aburrirán al leer el trabajo tan duramente logrado.

No soy ningun erudito; no soy tampoco una máquina de memorizar (para eso están las computadoras), ero sí: un lector mas o menos asiduo cuando la azarosa y siempre anguistiante profesión de abogado me deja tiempo para ello.

Te comento que hoy fuí a Porrúa luego de recoger una constancia de pago de mi plan de previsión de Gayosso (espero sea tarde, pero seguro lo usaré), y alejando de mí pensamientos funestos pasé a dicha librería, donde un diligente vendedor me recomendó algún libraco de muy mal ver, cuando tropecé, casi literalmente, con tu libro "Entre las Armas y la Palabra"...todo fue cosa de abrirlo y entresacar tres o cuatro frases para sentir el deseo inmediato de leerlo.

Aún lo tengo en el portafolio (¿que seríamos los abogados sin uno?..como ves sirve para muchas cosas; tanto llevar documentos importantes como alguna golosina, o un libro que nos haya prendado )..bueno, te decía, aún lo tengo sin leer y lo haré de forma simultánea con otro placentero libro de diverso tipo "Historia de la Marina Mexicana", pero seguro estoy que será un placer.

Si me permites, escribiré acá mismo mis impresiones cuando acabe, que seguro será pronto

Un saludo cordial

Jorge Moctezuma Torre
jomoto@prodigy.net.mx

Anónimo dijo...

María
Quisiera saber si estas interesada en que te haga llegar una información documentada que tengo, refererente a los años 1930-34 en que el entonces Teniente Coronel Rodolfo Sánchez Taboada y su secretario particular el entonces Teniente Norberto López Avelar, fueron ambos iniciados en la logia "Cristo" No. 13 de Cd. Victoria, Tamaulipas. Cuando el primero se desempeño como Jefe de la Guarnición Militar en esta ciudad en aquel entonces.
Felicitaciones por el libro.
Alfredo Sánchez V.
pjml83@live.com.mx
victorialuz81@gmail.com