miércoles, 14 de diciembre de 2011

Tlacaélel el Azteca entre los Aztecas, por Antonio Velasco Piña

Tehotihuacan (fotografía tomada de:http://. noticias.aollatino.com/2011/12/14/teotihuacan-piramide-sol-ofrenda-ceremonial/)

Este fin de semana pasado finalicé la lectura de la extraordinaria novela del maestro Velasco Piña. Magnífica en muchos sentidos y por estar en relación a la novela Murmullos de jade, de mi autoría y aún no publicada, la cual me ha dado satisfacciones personales en verdad mágicas. Se las iré contando. Hoy, al revisar las noticias que alimentan la mente, como la narrada por Aol Noticias, encontré algo más para continuar con las creencias de la relación del todo, en este plano existencial, con el cosmos. 

Regresaré con Murmullos de jade, la historia que nació luego de conocer a Óscar, un querido amigo antropólogo interesado en temas humanistas. De inmediato coincidimos y me hizo llegar informaciones valiosas con respecto a los guerreros águila (el tema principal de la novela). "La información aparecerá poco a poco, créeme". De hecho, inicio Murmullos de jade con fragmentos novelados de ese primer encuentro con Óscar. He trabajado en la novela por espacio de tres años. En un principio de manera tradicional: realizando numerosas lecturas tanto en artículos publicados en la red como libros de todo tipo, además de visitar la casa de los guerreros águila en Malinalco y la del Templo Mayor en el D.F. Por supuesto incluyo las informaciones obtenidas en los viajes a Xochicalco, Cantona, Cacaxtla, Xochitécatl, Tajín, Uxmal, Mitla, Montealbán y las pirámides de Egipto.

Preguntando, preguntando, otro amigo, Eduardo, me recomendó la lectura de Tlacaélel. Debía llegar cuando yo estuviese preparada. Así fue. Luego de haber meditado durante meses con el dije del guerrero águila entre mis manos, de haber visitado la zona arqueológica de Cholollan (Cholula) guiada por el arqueólogo Francisco González Hermosillo, intuí que ahí se guardaban secretos que rebasaban lo material. Una conclusión bien cimentada ya que en la novela mis personajes encuentran un entierro y a un lado del "personaje principal" descubren un collar de jade con el dije del guerrero. La sorpresa fue para los antropólogos, ya que al contárselos, ellos me comunicaron que recién encontraron un entierro cerca del mercado y en la ofrenda había un collar de muy parecidas características. Mi respuesta fue sincera, lo había soñado. Aún más se sorprendieron pues una de las antropólogas, Ananta, había soñado también con las características del entierro que encontraran días después. Para mayor asombro, en Murmullos de jade, el gran secreto se encuentra en "La Olla", caverna que se encuentra en el ombligo de la pirámide de Cholula (dato real) y hoy descubro lo referido en Aol Noticias. Esta información la reservo para el final de este relato.

Evidentemente los conocimientos de los ancestros han sido celosamente guardados luego de la persecución que sufrieran a manos de la iglesia católica. En el presente, una gran parte permanecen custodiados por los grupos interesados en su preservación. 

Recién escuché en el programa de radio de Fernanda Familiar a Pedro Moreno hablando acerca de las antiguas creencias del papel del sol y la luna, de la lluvia y demás, en la vida cotidiana de nuestros ancestros. Comentarios imprecisos y poco afortunados ya que nuestros mexicas no eran hombres primitivos con la idea de que el sol quizás no apareciera al día siguiente y por esa razón se la pasaban rezando y suplicando la noche completa por medio de complicados rituales. Las razones eran o son otras. Si algo tenían era un profundo conocimiento astronómico y una completa unión a la madre tierra y a las fuerzas del cosmos. Ellos agradecían. Como criaturas vivas, gracias a lo que el ser supremo les ofrecía a través del universo y a la tierra que los acogía y alimentaba, retribuían día con día esos favores. Mi querido Pedro Moreno, te encantaría que te adentraras en la cosmovisión de nuestros antepasados. Seres sensibles, humildes y a la vez guerreros de luz. 

Tan profundo fue su saber que a pesar de las restricciones, continuaron enseñando a su pueblo a través de la danza. Un astuto ardid que ha engañado a los ajenos por cientos de años. Cada deidad tiene su propia música y pasos de un baile que a simple vista parece un saltar muy energético. Pasos en relación con las matemáticas y las leyes cósmicas, con la historia que narra. Cada detalle del vestuario, de los movimientos, del horario en el que se ejecutan y más, tienen su por qué. Pero ese y otras maneras de mantener vivo el conocimiento ancestral, es otro asunto.  

Retomo el camino por el que inicié este escrito. Paso a paso fui descubriendo un mundo contenido en una burbuja de cristal. Ahí está, se puede ver pero no adentrarse en él a no ser que se tengan las claves y esas son conocimiento. Al leer Tlacaélel, noté que mis intuiciones o bien, mis conclusiones, no habían estado del todo erradas. Mi querido guerrero Tonáhuac (personaje de la novela), trasmite un secreto a Beltrán (personaje del presente). También yo recibí conocimientos mágicos y secretos, entre ellos el nombre (transitorio) de Huehuexóchitl, gracias al Tonalama efectuado por Acamapichtli, y con el que debo trabajar para continuar en este camino espiritual. 

Ahora me doy cuenta del paralelismo existente entre lo sucedido en la trama de Murmullos de jade y mi propia vida. De forma misteriosa los acontecimientos suceden y estoy segura que aún falta mucho por descubrir, como al inicio me advirtiera Óscar. 

Revisemos ahora la noticia: 

"Hallan ofrenda bajo la Pirámide del Sol en Teotihuacán"


"Sabemos que fue depositada como parte de una ceremonia de consagración a la construcción de la Pirámide del Sol", dijo el arqueólogo Enrique Pérez Cortés, del INAH. "Probablemente al inicio de su edificación, hace más de 1.900 años".

"La ciudad fue fundada hace casi 2.500 años, y llegó a tener una influencia dominante en la arquitectura, el comercio y la cultura en grandes extensiones del México antiguo. Pero la identidad de sus gobernantes sigue siendo un misterio. La ciudad fue abandonada para cuando los aztecas llegaron a la zona en los 1.300 y le dieron el nombre de Teotihuacán, que significa "el lugar donde los hombres se vuelven dioses".

Mis respetados lectores, hay mucho material para ponernos a pensar con el corazón y sentir con nuestra mente. O mejor aún, situarlos juntos y a un lado de los seres con quienes nos relacionamos.

Huehuexóchitl

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Niltze.

Casualmente encontré esta pagina.. Y en esta tu relato. Me sorprendió que hasta ahora estés leyendo el magnifico relato del Maestro Velazco Piña, escrito hace ya varios años, pero como dices: Hay que estar listo para poder recibir ciertos conocimientos. Leí también, con mucho interes, que habías recibido un nombre "transitorio" del Tonalamatl. Quisiera preguntarte si la persona que te dio este nombre "transitorio" te mostró en algún Códice tu Tonalli y los aspectos magicos, misticos y religiosos que tu tonalli engloba. Te pregunto esto porque "tus sueños" son algo que pienso te seria muy importante y util estudiar. Te explicaron acerca de tus deidades benefactoras y de tus signos fraternos? Si te interesa explorar estos aspectos en El Libro de los Días y Los Destinos o Tonalamatl me gustaría ayudarte. Soy Tonalpouhqui y uso el Códice Borgia principalmente.

Timotlazcamati

ometecpatl@yahoo.com
Ometecpatl Amoxoaque

Anónimo dijo...

Agradezco desde mi corazón el comentario de Tonalpouhqui. En efecto, me mostraron muchos más datos con los cuales ahora trabajo. Mis creencias anteriores me hacen caminar con paso lento, me imagino que lo entenderás. Y sí, me gustaría explorar con mayor profundidad. Tomé nota del libro recomendado y me daré a la tarea de encontrarlo.